Uno de los motivos que impiden la comunicación, es que lo convirtamos todo en un debate. Se trata de imponernos, no de conocer el punto de vista de los otros. Y nos quedamos encerrados en nuestra opinión y no nos interesa lo que dicen los otros. Si escuchamos, es sólo para poder rebatir, no para comprender.
Necesitamos dejar de estar a la defensiva, si de verdad queremos entablar una conversación, comunicarnos. Necesitamos escuchar de verdad a los otros. Pero no lo podemos hacer si lo que nos interesa es “ganar un debate”, en lugar de comprender a la otra persona.
Queremos ser oídos, y nuestras ansias de convencer nos ciegan, pero, ¿acaso no necesitan los demás ser comprendidos tanto como nosotros?
jueves, 18 de septiembre de 2008
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